Seguro que alguna vez os ha ocurrido o conocéis a alguien al que le haya pasado. Despertar y no poder moverse. Sentir angustia por no entender qué ocurre ni por qué, para tras un breve pero interminable lapso de tiempo, ‘’despertar’’ completamente y volver a la normalidad.
Este fenómeno se conoce como Parálisis del Sueño y entra dentro del grupo de las parasomnias o trastornos de conducta del sueño. Estos episodios se asocian con frecuencia a una serie de alucinaciones, como la sensación de una presencia maligna (conocidas como alucinaciones de intrusión), sensación de presión en el pecho y sensaciones ilusorias de movimiento. La parálisis del sueño es un fenómeno que ocurre en todas las culturas, por lo que es un fenómeno psicológico normal a nivel global.
La parálisis del sueño está más relacionada con el sueño de movimientos oculares rápidos (REM), en contraposición al sueño no REM (NREM). El sueño REM está asociado a los sueños vívidos. Durante los periodos de sueño REM, se produce una atonía muscular total (excepto en los ojos y el sistema respiratorio). Esta parálisis es una característica natural del sueño REM normal. Una de las funciones más probables de esta parálisis muscular es evitar que se produzcan movimientos no deseados y peligrosos durante el sueño, cuando la corteza cerebral, incluida la corteza motora, está activa. No es un fenómeno peligroso, por lo que no hay nada de lo que preocuparse.
Se desconoce a día de hoy la causa de este fenómeno. Es probable que las causas de la parálisis del sueño sean multifactoriales: eventos estresantes, consumo de sustancias o alcohol, peor calidad de sueño, cansancio acumulado… Un estudio realizado en una gran muestra de sujetos chinos descubrió que los que calificaban su sueño como ‘muy bueno’ o ‘bueno’ tenían una probabilidad significativamente menor de experimentar parálisis del sueño que los que decían que su sueño era ‘muy malo’ o ‘malo’. Un resultado similar se encontró en una muestra japonesa que evaluó la parálisis del sueño en más de 90.000 participantes.
Si alguna vez os ocurre, no os preocupéis. Ya sabéis que es un fenómeno normal en todas las culturas y no es peligroso, aunque sí incómodo. Os dejamos unos consejos para cuando aparezca.
Primero, identifícalo tratando de levantarte. Cuando lo hayas hecho y compruebes que no puedes, mantén la calma y respira tranquilamente. Tu cerebro está pasando del sueño a la vigilia, sólo necesitas unos segundos para volver a la normalidad. Cuenta hasta 10 y vuelve a intentar levantarte, si no lo consigues, repite el proceso. Y voilá, ya has despertado completamente. Recuerda, es incómodo, pero no peligroso. Felices sueños.
Bibliografía:
Denis D. (2018). Relationships between sleep paralysis and sleep quality: current insights. Nature and science of sleep, 10, 355–367. https://doi.org/10.2147/NSS.S158600