Llevamos tomando decisiones desde que somos pequeños, pero hasta que no crecemos no nos damos cuenta de la responsabilidad que supone algunas decisiones y es especialmente en la adolescencia y la adultez temprana cuando empezamos a tomar conciencia de nuestras decisiones.
Puede tratarse de decisiones cotidianas tan simples como qué vamos a comer hoy, qué prenda me pongo, si salir o no, ver una película o una serie…
También pueden ser decisiones más trascendentales como qué vamos a estudiar exactamente, a qué nos vamos a dedicar, si me voy a independizar y cuándo, alquilar una vivienda o comprarla, si vamos a casarnos, tener hijos o no… Todas estas incógnitas y más se nos van a poner delante y van a generarnos estrés dado que suponen cambios importantes en nuestra vida y eso asusta.
Pero no a todo el mundo le afectan en la misma medida las decisiones de la vida; dependerá de diferentes aspectos como factores de personalidad, predisposición al cambio y la etapa de la vida en la que nos encontremos.
Es importante que al tomar una decisión seamos capaces de percibir qué es lo que queremos y necesitamos nosotros mismos. Estas decisiones son personales y una decisión personal estará más cerca de realizarnos como personas. Para ello, es importante trabajar el miedo a fallar.
Muchas veces no tomamos decisiones por miedo a fallar, a que algo no nos guste, pero con eso lo único que estamos haciendo es quitarnos el derecho a equivocarnos. Tenemos derecho a tomar decisiones difíciles y fallar para seguir buscando nuestro camino, es por eso que las decisiones no deben evitarse sólo por miedo.
Una herramienta que podemos utilizar para tomar una decisión es hacer una lista con los pros y los contras de esa decisión. Si la única pega que le vemos es que nos da miedo fallar, deberemos replantearnos hasta qué punto vamos a seguir quitándonos la libertad de fallar para evolucionar.
Si por cualquier motivo necesitas orientación a la hora de tomar una decisión difícil, siempre puedes tomar la decisión de buscar ayuda a un profesional que te ayude a dar el salto o buscar una alternativa más adaptada a tus necesidades y deseos.