¿Qué es el Trastorno Mixto Ansioso-Depresivo?
¿Qué es?
Muchas veces existen problemas a la hora de diagnosticar cualquier tipo de
trastorno cuando la evaluación nos lleva a un ‘’Limbo’’ sintomatológico donde las
características que presenta el paciente coinciden con dos o más trastornos pero éstos no
son suficientes para ser diagnosticados por separado.
Esto ha llevado a los profesionales de la salud mental a formular un tipo de trastorno
mixto que permita la integración de ambos grupos de síntomas ‘’incompletos’’ per se y
ayude a su categorización, interpretación y tratamiento. Aquí nace el Trastorno Mixto
Ansioso-Depresivo.
¿Cómo afecta a tu vida?
Cada persona es un mundo y puede experimentarlo de diferentes formas
dependiendo de si se superponen los síntomas depresivos o los ansiógenos, pero déjame
decirte que el cuadro se repite en cada paciente con síntomas similares.
Por ejemplo, dentro de los síntomas ansiosos podemos encontrar:
- Temblores
- Palpitaciones
- Sequedad de boca
- Molestias gastrointestinales
- Preocupación
- Hipervigilancia
- Sensación de peligro inminente
Entre otros.
Por otro lado, los problemas de tipo depresivo pueden ser:- Dificultad de concentración
- Problemas de memoria
- Problemas para dormir
- Fatiga
- Irritabilidad
- Llanto fácil
- Desesperanza y pesimismo ante el futuro
- Baja autoestima o sentimientos de inutilidad entre otros.
¿Cómo suele tratarse?
De normal, la gente tiende a pensar que los problemas ‘’puntuales’’ se solucionan
con remedios ‘’puntuales’’ y recetados como ansiolíticos, antidepresivos o una mezcla de
ambos. Los ejemplos más comunes son: Fluoxetina para cuando estoy triste y
benzodiacepinas cuando estoy nervioso.
Esto no hace más que enterrar el problema muy bajo tierra (en el mejor de los
casos) y crear una dependencia farmacológica (en el peor y más común de los casos).
¿Cuál es la forma más eficaz de tratar el Trastorno Mixto Ansioso-Depresivo?
Actualmente la forma más eficaz es a través de un profesional de la salud mental,
focalizado específicamente en Terapia Cognitivo Conductual. El aprendizaje y uso
generalizado de conductas de autorregulación sanas permiten atacar de raíz al problema.
Si existe medicación, lo recomendable es la retirada paulatina acompañada del
seguimiento de un psicólogo y un psiquiatra.
Si crees que esto puede estar ocurriéndote a ti o a cualquier persona cercana,
recomendamos la atención temprana para evitar que el problema vaya a mayores.