¿A Dónde Irá la Ira?
Todos sabemos lo que es la ira, y todos la hemos sentido: ya sea como una molestia pasajera o como una rabia en toda regla. La ira es una emoción humana completamente normal y, por lo general, saludable. Pero cuando se descontrola y se vuelve destructiva, puede provocar problemas: problemas en el trabajo, en las relaciones personales y en la calidad de vida en general.
La forma instintiva y natural de expresar la ira es responder de forma agresiva. La ira es una respuesta natural y adaptativa a las amenazas; inspira sentimientos y comportamientos poderosos, a menudo agresivos, que nos permiten luchar y defendernos cuando nos atacan. Una cierta cantidad de ira, por tanto, es necesaria para nuestra supervivencia. Por otro lado, no podemos arremeter físicamente contra cualquier persona u objeto que nos irrite o moleste.
Las personas utilizan una serie de procesos, tanto conscientes como inconscientes, para manejar sus sentimientos de ira. Los tres enfoques principales son expresar, reprimir y calmar. Expresar los sentimientos de ira de forma asertiva -no agresiva- es la forma más saludable de expresar la ira. Para ello, tienes que aprender a dejar claro cuáles son tus necesidades y cómo satisfacerlas sin herir a los demás. Ser asertivo no significa ser prepotente o exigente; significa ser respetuoso consigo mismo y con los demás.
La ira puede reprimirse y luego convertirse o redirigirse. Esto ocurre cuando reprimes tu ira, dejas de pensar en ella y te centras en algo positivo. El objetivo es inhibir o suprimir la ira y convertirla en un comportamiento más constructivo. El peligro de este tipo de respuesta es que, si no se permite la expresión externa, la ira puede volverse hacia dentro, hacia uno mismo. La ira que se vuelve hacia adentro puede causar problemas cardiovasculares o depresión a largo plazo.
Lo más probable es que si tienes un problema de ira, ya lo sepas. Si te encuentras actuando controlado por tus emociones y con una intención destructiva es posible que necesites ayuda para encontrar mejores formas de manejar esta emoción. Es cuestión de aprender y practicar mejores formas de afrontar las situaciones frustrantes.